Con su encanto natural, cultura vibrante y legado histórico, Villa Gesell cautiva turistas todo el año y es uno de los destinos más elegidos de la Costa Atlántica. Este balneario, nacido del sueño visionario de Carlos Idaho Gesell, combina la serenidad de sus bosques, la energía de sus playas y una oferta de actividades artísticas y deportivas que no deja de sorprender.
PLAYA Y BOSQUE
El frente costero de Villa Gesell se extiende a lo largo de kilómetros de arena dorada y aguas frescas. Sus playas, amplias y accesibles, son perfectas tanto para quienes buscan relajarse bajo el sol como para los espíritus más aventureros que disfrutan de deportes acuáticos como el surf, el kiteboard y el kayak.
Durante el verano, la vida en la playa se complementa con una variada oferta de paradores y es ideal para disfrutar del sol, las olas y los paseos tranquilos junto al mar.
Una visita a Gesell no estaría completa sin explorar su bosque fundacional Reserva Pinar Norte. Este pulmón verde, plantado por el propio Carlos Gesell en los años treinta, alberga diversidad de especies arbóreas que protegen a la ciudad de los vientos marinos. En su interior, se encuentra la histórica casa de Gesell convertida en museo, donde se puede aprender sobre la fascinante historia de la ciudad y la visión que dio origen a este enclave costero.
MÁS PARA EXPLORAR
Desde paseos en cuatriciclos por las dunas de arena hasta cabalgatas por los paisajes naturales, cada día genera una nueva aventura. Además, la ciudad cuenta con eventos culturales y deportivos todo el año. Para quienes buscan un contacto más íntimo con la naturaleza, las localidades cercanas Mar de las Pampas y Mar Azul ofrecen tranquilidad y senderos con recorridos a pie o en bicicleta.
La atmósfera más relajada permite redescubrir este destino desde una perspectiva distinta, ideal para quienes buscan desconectar y reconectar con la naturaleza.